Germina algo
Entre dos ciudades, libros viejos y nuevas dinámicas familiares, germina algo. Algo que se plantó hace *tiempo* nos dio una saboreada y luego se silenció, sin callarse demasiado para poder aullar cuando llegara su temporada. Un enmudecimiento preciso y empapado de experimentos y sabiduría, bajó el volumen de la siembra, pero aumentó los sonidos necesarios para alistarnos, sanarnos y saber distinguir el llamado.
El año ya no repite sus números, los rumbos diarios cambian, el camino a mi destino lo enmarca una carretera y la aventura de los espejos crea un nuevo vínculo.
El agradecimiento es infinito, compartido con la emoción y apertura.
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